Se calcula que el 90 por ciento del cine mudo realizado en Argentina se perdió para siempre. Por eso cuando se recupera algo de ese material resulta todo un acontecimiento. Esta tarde, a 200 años de que la Asamblea del Año XIII aprobara el Himno como marcha patriótica, se reestrenará en la Biblioteca Nacional la película La creación del himno (1909), del italiano radicado en Argentina Mario Gallo, obra que fue recientemente restaurada y que no se exhibe desde hace al menos medio siglo.
MARIO GALLO, UN PIONERO QUE LLEGO DESDE ITALIA
Nacido en la ciudad italiana de Barletta en 1878 y radicado en Argentina en 1905, Mario Gallo fue uno de los pioneros del cine nacional. Realizó varios filmes de tema histórico, como La Revolución de Mayo, restaurada en 2009, y El fusilamiento de Dorrego y Camila O'Gorman, que se consideran perdidas, y películas más largas como Tierra baja (1912), protagonizada por Blanca y Pablo Podestá. Este primer período de su obra terminó con la ruina económica en 1913.
Más tarde volvió a la actividad con laboratorios propios. Produjo la película En buena ley (1919), de Alberto Tavaresa, y logró un gran éxito con Cavallería rusticana (1919), con actores cantando en sincronía con las imágenes.
Luego, como reseñó Fernando Martín Peña en su libro Cien años de cine argentino, la historia de Gallo "se vuelve difusa: se sabe que su laboratorio se incendió hacia 1922, que estuvo algún tiempo preso y que hacia 1925 volvió a la actividad pero sólo como cameraman de proyectos ajenos". Murió en Buenos Aires en 1945, a los 66 años.
Algunos historiadores consideran a La creación del himno la segunda película argumental de la historia del cine argentino, detrás de La Revolución de Mayo (1909), también de Gallo. Otros, en cambio, adjudican ese lugar en el podio a El fusilamiento de Dorrego, filme también producido por el italiano en el mismo año pero del que no se conocen copias.
Es que hasta la década del cuarenta se filmaba en película de nitrato de celulosa, un material de escasa durabilidad y muy inflamable que explica, al menos en parte, por qué se conservan tan pocos filmes de aquellos años. La creación del himno sobrevivió en una copia en 16 mm. que estuvo guardada durante décadas en la Fundación Cinemateca Argentina.
De la restauración de la película se encargó el laboratorio Cinecolor Argentina, que ya había recuperado La Revolución de Mayo, con el apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). Este nuevo trabajo, del que participaron 20 personas durante tres meses, fue similar al anterior: primero se reparó manualmente la copia en 16 mm., luego se "escaneó" el material y, una vez en las computadoras, se intervino digitalmente cada fotograma para estabilizar la película, igualar el contraste, limpiar los cuadros dañados y reconstruir los intertítulos. Con el material restaurado se hicieron nuevas copias en 35 mm. Una de ellas se proyectará esta tarde, con música en vivo creada especialmente para la ocasión por Andrés Beeuwsaert, pianista y compositor del trío Aca Seca.
"El cambio es notorio. La restauración dejó una copia con calidad excelente, que queda guardada para almacenar", cuenta Pablo Camaití, director junto con Federico Randazzo de la productora El Hilo, que realizó un documental sobre el proceso de restauración –narrado por Graciela Borges– que también se exhibirá hoy.
El reestreno será esta tarde a las 17 en el auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional (Agüero 2502), en una ceremonia abierta al público y con entrada gratis. Y esta noche, a las 21, la película se podrá ver en el programa especial La creación del Himno: fotogramas de nuestra canción patria, con conducción de Roberto Carnaghi, que emitirá el canal Encuentro.
A pesar de su escasa duración, La creación del himno no puede considerarse un cortometraje: esa era la extensión que solían tener las películas hace 100 años, y se proyectaban junto a otras realizaciones en largos programas de lo más variados temas. Programas que en su mayoría no resistieron la desidia y el paso del tiempo. ■
[*] Versión ligeramente modificada de un artículo publicado en la edición de hoy del diario Clarín de Buenos Aires.
Me lo perdí en Encuentro, a buscar repeticiones. Gracias por el dato. Pato
ResponderEliminar. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años