El video que abre este post, de sólo 32 segundos, contiene el fragmento de una escena de La melodía de Broadway (The Broadway Melody, Harry Beaumont, 1929), film de argumento banal que apenas trascendió por dos cuestiones: ganó el Oscar como mejor película en 1930 y fue una de los primeros grandes musicales de Hollywood.
La escena, vista hoy, también parece irrelevante. Pero muy distinto fue a fines de la década del veinte, cuando el cine sonoro aún exploraba sus posibilidades. Se ve cómo la expresión de Bessie Love (Hank Mahoney en la ficción) va cambiando mientras se escucha, sin mostrarse, una puerta que se cierra y el motor de un auto que parte. El personaje reacciona ante algo que no se ve, se oye. El dato no es menor: lo que en el período mudo hubiese requerido varios planos (al menos tres: la actriz mirando por la ventana, el auto que arranca y el rostro entristecido) aquí se resuelve con uno. Luego de los experimentos iniciales, el cine comenzaba a consolidar un nuevo lenguaje en el que el sonido y la imagen eran complementarios. Ya no todo debía mostrarse.
Más de 62 años después, con el sonido y el color establecidos desde hacía rato, se estrenó en Argentina Delito de corrupción (1991), última película de un director prolífico, en la que un padre y un hijo se enfrentan desde lados opuestos de la ley y en la que una chica muere por sobredosis después de... ¡pegarle una pitada a un porro! Los invito, entonces, a ver el siguiente video.
Queda claro: quienes sostienen que Ed Wood es el peor director de la historia nunca vieron una película de Enrique Carreras. ■
Y sin embargo... "Obras Maestras del Terror", con Ibañez Menta, y exceptuando los "entreactos" con doña Mercedes, es una muy buena peli argentina. Pero el resto...
ResponderEliminarQue lastima que los videos no se vean mas. Me paso lo mismo en la nota de Corman
ResponderEliminarYouYube y Vimeo me bajaron algunos videos. De a poco los estoy volvieron a subir, pero aún no lo hice con todos. En cuanto pueda subiré estos dos.
ResponderEliminar