Pulsar o no pulsar, esa es la cuestión
Publicado el 26.4.10 por Andrés
Primero estuvo el cuento, Button, button, de Richard Matheson, publicado en Playboy de junio de 1970. Una mañana, el matrimonio Lewis, una pareja de clase media acomodada de Nueva York, se topa con un paquete en la puerta de su casa. La esposa lo abre y encuentra una caja con un botón y una tarjeta: "El señor Steward los visitará a las 8 pm". Cuando el señor Steward llegó, puntual, les explicó cómo funcionaba el extraño aparato: "Si oprime el botón en alguna parte del mundo alguien que usted no conoce morirá. A cambio, recibirá un pago de 50 mil dólares". ¿Qué harán los Lewis? ¿Pulsarán o no el botón? En torno a las discusiones que generan estas preguntas se moverá el breve cuento de Matheson, que tiene cierta similitud con el clásico La pata del mono (1902), de W. W. Jacobs, en cuanto a las consecuencias no deseadas de los deseos. Se puede leer completo y en castellano en un sitio de la Universidad Complutense de Madrid.
Luego, varios años después, vino la adaptación televisiva. Button, button fue el episodio número 20 de la primera temporada de la nueva The Twilight Zone, emitido por la CBS el 7 de marzo de 1986. Lo dirigió Peter Medak, que había tenía cierta trascendencia con La clase gobernante (1972) y The Changeling (1980). Aquí los Lewis son más bien pobres y viven en un oscuro complejo de departamentos. El es mecánico y ella (Mare Winningham, demasiado pasada de rosca) una ama de casa alterada, siempre con un cigarrillo colgando de los labios y dispuesta a maltratar a su esposo. El dilema es el mismo que en el cuento, pero hay cambios importantes en el final, lo que dejó tan disgustado a Matheson que prefirió aparecer como Logan Swanson en los créditos. El capítulo, que dura unos 20 minutos, se puede ver completo y con subtítulos en YouTube (primera y segunda parte).
Entonces aparece Richard Kelly, autor de la excelente Donnie Darko (2001), absolutamente devaluado luego del tropiezo de Las horas perdidas (2006). Y toma el cuento de Matheson para mandarse una película bien a su estilo, un pastiche fenomenal que acumula citas y referencias de todo tipo y color, desde La invasión de los usurpadores de cuerpos (sobre todo la de Philip Kaufman) hasta las películas conspirativas del Hollywood de los setenta, a lo que le agrega altas dosis autobiográficas, según contó Horacio Bernades en Página/12. El botón y los dilemas que lo rodean quedan casi en un segundo plano, porque Kelly se dedica a desarrollar todo lo que no se menciona en el breve cuento. El resultado se titula simplemente The Box (2009), aunque acá le pusieron La caja mortal. Es desconcertante, sí, pero bastante menos de lo que podía esperarse de entrada. Para verlo, esta vez, deberán ir al cine. Vale la pena. ■
Etiquetas: Etcéteras, Richard Kelly, Richard Matheson |
10 comentarios
Andrés,
ResponderEliminarCoincido con vos. Más allá de sus evidentes arbitrariedades, la película tiene cosas interesantes. Pero quiero aprovechar tu post para lanzar una queja-pregunta, SOLO para quienes vieron la película:
¿Por qué diablos quienes pulsan el botón son siempre las mujeres? El cuento de Matheson es excelente, pero Kelly elige una estructura que triplica la situación del botón, y en los tres casos las pecadoras inmorales son las esposas. ¿Por qué nunca el marido? Claro, los hombres son simpre buena gente. Utópicos. Tan solo quieren ir a Marte.
Saludos.
No conocía el cuento. No está mal, lástima el final. Saludos REF
ResponderEliminarEl cuento está tomado de Honorato de Balzac, que a su vez lo tomó de un comentario de Chateaubriand. En le caso, es un mandarín chino (tan lejanos, entonces. Después, el portugués Eça de Queiroz lo retomó a su vez. Y Matheson, cruzándolo con "La Pata del Mono", como bien señalás. Pero, sacando este vicio calvinista del castigo circular, ¿apretarías el botón?
ResponderEliminarBien, bien. No cuentes que todavía tengo que verla. no es que le tenga fe pero está el ídolo Frank, un grande. Alguien que supo hacer de skeletor merece todo el respeto :P :)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarMensaje para jb: tus comentarios son, en general, muy inteligentes y, desde mi opinión, acertados. Pero, por favor, no podrías ser un poco más cuidadoso (o polijro, como escribió el Manolito de Mafalda) al tipear? A veces cuesta entender lo que decis que, insisto, suele ser muy interesante. Gracias por tu comprensión. Saludos. REF
ResponderEliminarjajajajajaja
ResponderEliminarTenés razón!
Ahí va versión “corregida y observada” ;)
ResponderEliminarRealmente interesante.
Parece que Matheson va camino a ser el nuevo Dick de los huevos de oro de Holywood. A dick lo explotaron hasta el cansancio (y seguirán seguro) y en líneas generales les funcionó. Otro tanto parece que se viene con matheson aunque ninguna de las dos hasta ahora llego a cerrar del todo (menos todavía "im legend" aunque tenía lo suyo, creo)y ambas corrieron por el lado "moral" que matheson no tenía tan presente (menos todavía en “soy leyenda”)
A ver.. a mi no me gusta el cine que tiende a subestimar al espectador no porque haga algo obvio sino porque le importa un cuerno lo que piense si entiende o no etc. Tampoco el que se hace el banana. Sea Lynch o Syalaman: bien gracias. Sin embargo, esto es otra cosa. Y tampoco me gusta el moralismo (también presente, por ejemplo, en "The hapenning") pero acá el resultado es diferente. Tanto que toda la parafernalia religiosa en este caso está tratada con cierta sutileza que hace que uno no sepa si realmente tiene un contenido religioso o está tomando el pelo.
Vale decir, hay fuerte religiosidad en la peli pero al mismo tiempo, los hilos de la manipulación divina del "libre albedrio" aparecen evidentes: por ejemplo, el que le anuncia a la madre que le van a sacar el descuento en el colegio del hijo es uno de los "empleados" y otras situaciones más en las que se alienta esa lectura...
Las citas son múltiples (cuando vi que iban al sótano y había una maqueta apenas pude aguantar reírme recordando "encuentros cercanos...")
No me parece que las citas de Sartre sean pretenciosas o fuera de sentido. En todo el discurso de la peli sobre la elección hay algo de Sartre. Para Sartre la elección pasa por ir contra la corriente, es decir, la "libertad" en este mundo pasa por "ir contra la corriente" y como la corriente en este caso no está planteada en términos políticos sino morales cierra.
No comparto tanto hacer genealogías tan largas en literatura porque sino todo lo inventó alguien antes empezando por "el poema de Gilgamesh" :P Y el cine está mucho peor entonces :P :P
Creo que Matheson tiene una originalidad que lo define (independientemente de si hasta ahora el cine le hizo justicia) En cuanto a "La Zarpa del mono" (Paw es pata pero también "zarpa " o "garra" y más estas) no suena tan atemorizante "la pata" ;) :) es un cuento buenísimo con varias adaptaciones (recuerdo una de especiales de la bbc) -anqe la mejor es la de los simpson :P :P con los argentinos a británicos reconciliándose ;) -
Apostillas: comparto con Caro sobre lo de las minas. Pero más que nada me parece que es consecuente con el planteo (al menos aparente) de la peli: Las mina son "eva" y Eva siempre es la que peca. Más que los hombres "buenos" y las minas "malas" (el tema de las minas "buenas" también es un fuerte cliché de género)es el tema del pecado original y si la repetición de la anécdota la lleva por ese triste camino :(
Por lo demás las actuaciones son impecables, el paso de Mardsen por la comedia creo que lo llevo para arriba (acá demuestra que ahora puede hacer cualquier cosa y su personaje no resulta risible como, por ejemplo, el de Wallberg en "the hapening" y por supuesto Cameron Diaz le pone unas ganas al personaje muy lejos de la abúlica de Syalaman...
Y Langella... bueno, el es lo más de zamora!!!
Saludos nimios!
Gracias jb. REF
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