Continuará...

To be continued...
Como el verano pasado, Cinematófilos se toma unas semanas de vacaciones. El regreso está previsto para principios de febrero. Será hasta entonces. ■

Queremos tanto a Jennifer

Jennifer Connelly en 'Simplemente no te quiere', que se estrena el 12 de febrero
Cinematófilos apoya -al margen de algún matiz- el reclamo que publicó ayer Mariano Kairuz en el suple Radar: que vuelva la Jennifer Connelly que le gusta a la gente. Que deje los papeles de mujer sufrida detrás de grandes hombres y se involucre en películas más desprejuiciadas y menos solemnes. Más laberintos y menos casas de arena y niebla. Aunque el futuro (el inmediato y el más lejano) no parece ser muy alentador. ■

Constelaciones de estrellas

Vittorio Gassman y Dustin Hoffman en 'Hijos de la calle'
Hijos de la calle (Sleepers, 1996), de Barry Levinson, debe ser uno de los mejores ejemplos de cómo desperdiciar un gran elenco. Actúan Robert De Niro, Dustin Hoffman y Vittorio Gassman, entre otros, y la película es mala. Comienza pretendiendo ser una de Scorsese y termina como un mal capítulo de Petrocelli. Y encima es un rotundo alegato a favor de la justicia por mano propia.

Con resultados de lo más variados, hubo más películas con grandes elencos en la historia del cine, esos films que juntaron tres o cuatro estrellas y algunos conocidos actores de reparto. Si se dejan al margen los que incluyen montones de cameos, como La vuelta al mundo en 80 días (Around the World in Eighty Days, Michael Anderson, 1956), El mundo está loco, loco, loco (It's a Mad Mad Mad Mad World, Stanley Kramer, 1963), Casino Royale (varios directores, 1967) y varias de las de Robert Altman, no parecen ser tantos.

Aquí van algunos ejemplos, aunque debe haber más. ¿Recuerdan otros?

Afiche de 'Lo que el viento se llevó'Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind, 1939). De Victor Fleming (George Cukor y Sam Wood no aparecen en los créditos oficiales). Con Clark Gable, Vivien Leigh, Leslie Howard, Olivia de Havilland, Thomas Mitchell, Barbara O'Neil, Evelyn Keyes, Ann Rutherford, George Reeves, Fred Crane, Hattie McDaniel.

El día más largo (The Longest Day, 1962). De Ken Annakin, Andrew Marton y Bernhard Wicki. Con John Wayne, Robert Mitchum, Henry Fonda, Richard Burton, Sean Connery, Curt Jurgens, Rod Steiger, Robert Ryan, Paul Anka, Eddie Albert, Peter Lawford, Gert Frobe, Robert Wagner, Sal Mineo, Richard Todd, Richard Beymer.

Afiche de 'Lawrence de Arabia'Lawrence de Arabia (Lawrence of Arabia, 1962). De David Lean. Con Peter O'Toole, Alec Guinness, Anthony Quinn, Omar Sharif, José Ferrer, Claude Rains.

El gran escape (The Great Escape, 1963). De John Sturges. Con Steve McQueen, James Garner, Richard Attenborough, James Donald, Charles Bronson, Donald Pleasence, James Coburn.

El Padrino (The Godfather, 1972). De Francis Ford Coppola. Con Marlon Brando, Al Pacino, James Caan, Richard S. Castellano, Robert Duvall, Sterling Hayden, Diane Keaton, Talia Shire, John Cazale.

Afiche de 'Asesinato en el Expreso de Oriente'Asesinato en el Expreso de Oriente (Murder on the Orient Express, 1974). De Sidney Lumet. Con Albert Finney, Lauren Bacall, Martin Balsam, Ingrid Bergman, Jacqueline Bisset, Jean-Pierre Cassel, Sean Connery, John Gielgud, Anthony Perkins, Vanessa Redgrave, Richard Widmark, Michael York.

Novecento (1976). De Bernardo Bertolucci. Con Robert De Niro, Gérard Depardieu, Dominique Sanda, Sterling Hayden, Alida Valli, Stefania Sandrelli, Donald Sutherland, Burt Lancaster.

Afiche de 'Un puente demasiado lejos'Un puente demasiado lejos (A Bridge Too Far, 1977). De Richard Attenborough. Con Dirk Bogarde, James Caan, Michael Caine, Sean Connery, Edward Fox, Elliott Gould, Gene Hackman, Anthony Hopkins, Ryan O'Neal, Laurence Olivier, Robert Redford, Maximilian Schell, Liv Ullmann.

Superman (1978). De Richard Donner. Con Marlon Brando, Gene Hackman, Christopher Reeve, Glenn Ford, Margot Kidder, Terence Stamp.

Dick Tracy (1990). De Warren Beatty. Con Warren Beatty, Madonna, Paul Sorvino, Al Pacino, Dustin Hoffman, Kathy Bates, Dick Van Dyke, Catherine O'Hara, Henry Silva, James Caan.

Afiche de 'Fuego contra fuego'Fuego contra fuego (Heat, 1995). De Michael Mann. Con Al Pacino, Robert De Niro, Val Kilmer, Jon Voight, Diane Venora, Ashley Judd, Natalie Portman, Tom Sizemore, William Fichtner, Danny Trejo, Amy Brenneman, Henry Rollins.

Hijos de la calle (Sleepers, 1996). De Barry Levinson. Con Kevin Bacon, Billy Crudup, Robert De Niro, Vittorio Gassman, Minnie Driver, Dustin Hoffman, Ron Eldard, Jason Patric, Brad Pitt y Bruno Kirby.

La delgada línea roja (The Thin Red Line, 1998) De Terrence Malick. Con Adrien Brody, Jim Caviezel, Ben Chaplin, George Clooney, John Cusack, Woody Harrelson, Jared Leto, Michael McGrady, Nick Nolte, Miranda Otto, Sean Penn, John C. Reilly, John Savage, John Travolta.

Afiche de 'La gran estafa'La gran estafa (Ocean's Eleven, 2001). De Steven Soderbergh.George Clooney, Bernie Mac, Brad Pitt, Elliott Gould, Carl Reiner, Matt Damon, Andy Garcia, Julia Roberts, Don Cheadle, Henry Silva (cameo), Angie Dickinson (cameo), Lennox Lewis (cameo), Wladimir Klitschko (cameo).

Dragón rojo (Red Dragon, 2002). De Brett Ratner. Con Anthony Hopkins, Edward Norton, Ralph Fiennes, Harvey Keitel, Emily Watson, Mary-Louise Parker, Philip Seymour Hoffman.

La nueva gran estafa (Ocean's Twelve, 2004). De Steven Soderbergh. Con Brad Pitt, Catherine Zeta-Jones, George Clooney, Julia Roberts, Andy Garcia, Bernie Mac, Don Cheadle, Matt Damon, Carl Reiner, Elliott Gould, Vincent Cassel, Bruce Willis (cameo). ■

Digresión

"Me parece que con lo conocido que es (Aldo) Rico, si hubiese tenido una sola denuncia por violaciones a los derechos humanos lo habrían escrachado al otro día". Lo dijo Sergio Massa en la entrevista que publicó ayer el suplemento Enfoques del diario La Nación.

Aunque sea difícil de creer, eso no fue lo peor del jefe de Gabinete. Porque más adelante sostuvo: "Para que se dé una idea de qué cine me gusta, mis películas favoritas son La vida es bella y Cinema Paradiso". ¡Juicio político, ya! ■

Ni en los peores pronósticos

Jennifer Connelly y Keanu Reeves en 'El día que la tierra se detuvo'
La película es tan, tan mala que no es fácil elegir por dónde empezar. Uno no sabe si ensañarse con la habitual impavidez de Keanu Reeves, arremeter contra la escasa pericia del director Scott Derrickson para sostener cierta intensidad dramática o apuntar contra el guionista David Scarpa por escribir algunas de las escenas más candorosamente estúpidas de los últimos años. Es que la remake de El día que la Tierra se detuvo no confirmó los peores pronósticos: los superó con creces.

Afiche de 'El día que la tierra se detuvo'
EL DIA QUE LA TIERRA SE DETUVO (2008)
Título original: The Day the Earth Stood Still. Fecha de estreno: en Estados Unidos, 12 de diciembre; en Argentina, 1° de enero de 2009. País: Estados Unidos. Duración: 103 minutos. Dirección: Scott Derrickson. Producción: Paul Harris Boardman, Gregory Goodman, Erwin Stoff. Guión: David Scarpa y Edmund H. North (versión de 1951). Fotografía: David Tattersall. Edición: Wayne Wahrman. Música original: Tyler Bates. Elenco: Keanu Reeves (Klaatu), Jennifer Connelly (Helen Benson), Kathy Bates (Regina Jackson), Jaden Smith (Jacob Benson), John Cleese (Profesor Barnhardt).

No vale la pena extenderse en comparaciones con la versión original de 1951, estrenada en Argentina como El día que paralizaron la Tierra. La idea central es la misma: un extraterrestre, Klaatu, llega a la Tierra para alertar sobre un problema. Antes era la carrera armamentista, ahora el maltrato al Planeta, cambio climático y demás. A partir de ahí la película de Robert Wise supo aprovechar la paranoia anticomunista: él estaba aquí, se movía entre nosotros y hasta parecía uno más, pero traía extrañas ideas del exterior.

Ahora las cosas son distintas. "Si la Tierra muere, ustedes mueren; si ustedes mueren, la Tierra sobrevivirá", es el mensaje, tan simplista como peligroso, que trae el nuevo Klaatu. Un ecologismo berreta que debería escandalizar hasta a los más fervientes defensores de la ballena azul. El extraterrestre hace un vago intento por comunicarse con los líderes mundiales, y ante la hostilidad del ejercito estadounidense lanza, sin que media advertencia alguna, el feroz ataque para que la Tierra sobreviva.

Después de un comienzo sin brillo, previsible pero de todos modos algo alentador, la película se torna notablemente chata y aburrida. Klaatu (Reeves) es todopoderoso pero sólo cuando al caprichoso guión se le ocurre; los militares, encabezados por la halcón Regina Jackson (Kathy Bates), son imbéciles a más no poder; el científico ganador de un Nobel (John Cleese) maneja una filosofía que avergonzaría a Jorge Bucay; Helen Benson (Jennifer Connelly), la única que de entrada comprende al alienígena, es tan open mind que se casó con un negro. Y así... No hay una sola escena que valga la pena, un solo clima que genere algo distinto al tedio en el espectador. Los efectos visuales, materia en la que Hollywood no suele pifiar, parecen excesivamente digitalizados y tampoco resultan atractivos.

La llegada de los extraterrestres a Nueva York en 'El día que la tierra se detuvo'
Hay algo destacable, sí, aunque no elogioso. Porque cuando parece que El día que la Tierra se detuvo no puede caer más bajo el dúo Derrickson-Scarpa se empeña en demostrar lo contrario. Con el fulminante ataque final ya lanzado, Klaatu presencia el momento en que el hijo del fallecido esposo de Helen la acepta como mamá. Allí advierte, tierno y compasivo, que la gente es buena y puede cambiar, y decide dar marcha atrás con la eliminación de la raza humana. En una película fría, sin intensidad dramática, para generar algo de emoción apelan a la canallada de poner a llorar a un pibe frente a cámara y encima hacerle un primer plano. De cuarta.

Reeves está tan inexpresivo como siempre pero ya no tiene sentido caerle encima, sobre todo cuando tiene la excusa de interpretar a un ser de otro planeta que se disfraza de humano. Dos actores con oficio como Bates y Cleese parecen en piloto automático, y del insoportable hijo de Will Smith mejor no hablar. Connelly, la única que transpira un poco la camiseta, pelea sin suerte contra un guión por momentos ridículo. Tal vez por eso esta vez no fue tan difícil enojarse. ■