Fue dicho

quizás
diez mil personas
no olvidaron
la manzana de Cézanne
pero serán miles y miles
de espectadores
que se acordarán
del encendedor
del desconocido del Expreso del Norte
y si Alfred Hitchcock
fue el único
poeta maldito
que conoció el éxito
es porque fue
el más grande
creador de formas
del siglo veinte
y porque son las formas
las que nos dicen
finalmente
qué hay en el fondo
de las cosas
ahora bien, qué es el arte
sino aquello por lo cual
las formas devienen estilo
y qué es el estilo
sino el hombre
Jean-Luc Godard en Historia(s) del cine (Histoire(s) du cinéma, 1998), editado el año pasado en Argentina por Caja Negra. ■

Apenas un balance menos

Este año no habrá balance. En gran medida porque comparto lo que Quintín escribió en Otros Cines. Pero además porque me resulta una tarea bastante aburrida y tediosa.

Así que si buscan alguna listita de lo que dejó 2008 pueden visitar los blogs Espectadores, Morir en Venecia, La noche del cazador, Frenecine o -la más divertida de todas- el de 791 Cine.

Por falta de tiempo quedó pendiente la tercera y última parte de la serie de entradas Filmame mientras te mato. Esa es, por ahora, una de las pocas certezas que ofrece Cinematófilos para 2009.

Buen año para todos. ■

Filmame mientras te mato (segunda parte)

Increíble pero irreal: los falsos documentales.

Una de las cosas que hizo grande al neorrealismo italiano fue, como sostenía André Bazin, "haber recordado una vez más que no hay 'realismo' en el arte que no sea ya en su comienzo profundamente 'estético".

La de realismo es una idea que atraviesa a todo el cine (a todo el arte), y que suele remitir a la clásica pregunta sobre la cuestión ontológica. Las discusiones a su alrededor son inacabables, e intentar abarcarlas no es la pretensión de este post. Pero a modo de simplificación -una simplificación que podría escandalizar a más de un estudioso- se puede decir que, en relación a los materiales y códigos de expresión, hay elementos que hacen a una obra más "realista". Así, la imagen en color es más "realista" que el blanco y negro, y Rosetta (Luc y Jean-Pierre Dardenne, 1999) es más "realista" que Amélie (Le fabuleux destin d'Amélie Poulain, Jean-Pierre Jeunet, 2001).

Cuando se estrenó, en 1999, algunos creyeron ver en El proyecto Blair Witch (The Blair Witch Project, Daniel Myrick y Eduardo Sánchez) un renacimiento del género, una película originalísima que le daba una cachetada a Hollywood. El tiempo, que suele ser implacable, dejó en claro que se trató más bien de una campaña publicitaria, tal vez de las más ingeniosas de los últimos años, y que en lo cinematográfico no era para tanto. Pero mejor empezar por el principio.

La idea del falso documental en la que se apoyó El proyecto... no era para nada nueva. De hecho es casi tan vieja como el cine. En 1898 Francis Doublier, uno de los operadores de los hermanos Lumière, armó una biografía apócrifa sobre el escándalo del capitán Dreyfus que pasó por verídica hasta que el historiador Jay Leyda reconstruyó el caso. Doublier, uno de los primeros realizadores que pareció tener conciencia de su intención documental, rodó, seguramente sin pensarlo en estos términos, el primer falso documental.

Orson Welles en 'Fraude'Aquí se debe recurrir nuevamente al gran Orson Welles: su adaptación radial de La guerra de las mundos (War of The Worlds), el clásico de H. G. Wells, emitida por la CBS el 30 de octubre de 1938, es un precedente ineludible. "Cuando transmitíamos la fantasía de la destrucción de Nueva Jersey descubrimos que la extensión de la capacidad de nuestro país para dejarse arrastrar por una emoción había sido infravalorada", contó en Ciudadano Welles. Quizá el paso de los años haya agigantado el suceso, pero que Welles tuviera que pedir disculpas públicamente y que 1,7 millón de los cerca de nueve millones de oyentes hayan reaccionado con alguna acción (quejas, cartas, llamados a la policía o a los bomberos) hablan a las claras del impacto de aquella transmisión.

La sensación de realidad que en aquel momento podía ofrecer la radio se trasladó luego a la televisión. Es allí donde el método Welles de falso documental fue explotado con más éxito y repercusión. Una lista de ejemplos debería incluir las teorías "conspiranóicas" de Alternative 3 (Christopher Miles, 1977); la amenaza nuclear de Special Bulletin (Edward Zwick, 1983); el temor a una guerra entre la Unión Soviética y Estados Unidos de Countdown to Looking Glass (Fred Barzyk, 1984); la casa invadida por fantasmas de Ghostwatch (Lesley Manning, 1992); la peligrosa caída de meteoritos de Without Warning (Robert Iscove, 1994).

Se trata en todos los casos de obras de ficción que muestran, con mayor o menor empeño, los hechos como si fueran verdad, sin aclarar de manera explícita que se trata de una ficción (bueno, al final suele haber un "la historia y los personajes de esta película son totalmente ficticios" o algo por el estilo, casi siempre medio escondido). Parte del juego es ese: pretender que lo que se muestra ocurrió o está ocurriendo realmente.

Benoît Poelvoorde en 'Sucedió cerca de su casa'Falsos documentales hubo muchísimos a lo largo de la historia del cine. En el blog La Página 36 se puede encontrar un buen recorrido, bastante minucioso, al respecto. Pero en general lo más destacado de este subgénero son aquellas películas que no se empeñaron en correr detrás del realismo. Por nombrar sólo algunos casos: la brutalidad estatal de Punishment Park (Peter Watkins, 1971); de nuevo Orson Welles, ahora como genial manipulador en la sala de montaje de Fraude (F for Fake/Vérités et mensonges, 1974); la disparatada e hilarante vida de Leonard Zelig en, claro, Zelig (Woody Allen, 1983); el negrísimo humor de Sucedió cerca de su casa (C'est arrivé près de chez vous, Rémy Belvaux, André Bonzel y Benoît Poelvoorde, 1992).

Lo que hizo buenas a esas películas, entre otras cosas, es que recordaron aquello de que no hay "realismo" en el arte que no sea ya en su comienzo profundamente "estético". Lamentablemente, como se verá más adelante, no siempre fue así. ■

Entradas relacionadas
> Filmame mientras te mato (primera parte)
> Filmame mientras de mato (tercera y última parte)

Johnnie To y Orson Welles

CineClub Buenos Aires MonAmour
Hoy: The Sparrow (Man jeuk, 2008), última película hasta la fecha de Johnnie To.

Viernes 26: Fraude (F for Fake/Vérités et mensonges, 1974), la última película que Orson Welles llegó a terminar en vida.

CineClub Buenos Aires MonAmour: Carlos Calvo y Perú, San Telmo. Más info y reservas: www.cineclubmonamour.org. ■

La Juana de Dreyer y Falconetti, en el Malba

La cita es mañana a las 22 en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba). En el marco del ciclo que recupera los viejos programas del primer cine club de Argentina, se exhibirá La pasión de Juana de Arco (La passion de Jeanne d'Arc, 1928), extraordinaria obra del gran Carl Theodor Dreyer.

Se trata de la película -y esto se ha dicho centenares de veces desde el mismo momento del estreno- que redefinió el uso del primer plano en el cine, donde cada rostro, desde las lágrimas de la heroína francesa hasta las rugosas expresiones de sus jueces, conforma todo un paisaje. Filmada fundamentalmente en interiores, con decorados tan claros como sencillos que resaltan las expresiones y algunos ángulos de cámara insólitos para la época, un creyente como Dreyer logra las imágenes más humanas de un personaje místico.

Además, en momentos en que tanto se habla, especula y exagera tanto con respecto a la última actuación de Heath Ledger, conviene recordar el trágico caso de la protagonista de La pasión..., Maria Renée Falconetti. Comediante exitosa, fue descubierta por Dreyer en un teatro de París unos meses antes de comenzar el rodaje. "Lo que la sedujo fue la extravagancia del proyecto y la extraordinaria personalidad de Dreyer. Por eso aceptó el papel", contó su hija Hélène en el documental Carl Th. Dreyer: la misteriosa fuerza de la inspiración (Carl Th. Dreyer: Min metier, Torben Skjødt Jensen, 1995).

Maria Falconetti en 'La pasión de Juana de Arco'"Se metió tan de lleno en su papel que terminó por olvidar su propia identidad: se convirtió en Juana de Arco", dijo Hélène. Más allá de los mitos y leyendas construidos alrededor del asunto, que el propio Dreyer intentó aclarar alguna vez, lo cierto es que la experiencia le exigió tanto a Falconetti que no volvió a actuar en cine. Compró un teatro en París con el que no le fue bien, y luego de la Segunda Guerra Mundial intentó ingresar a Estados Unidos. Tampoco tuvo suerte: fue rechazada en Inmigraciones.

Falconetti se estableció entonces en Buenos Aires, donde aparentemente dilapidó sus ahorros en una noche de casino. Con algún pire místico encima, murió en circunstancias no del todo claras el 12 de diciembre de 1946, a los 54 años. Edgardo Cozarinsky dio cuenta de la historia en el documental Boulevard del crepúsculo (Boulevards du crépuscule: Sur Falconetti, Le Vigan et quelques autres en Argentine, 1992).

La pasión de Juana de Arco no es una película difícil de conseguir. Cada tanto se puede ver en televisión y tiene varias ediciones en DVD; incluso hay una del sello Epoca que incluye otro gran film de Dreyer, Vampiro (Vampyr - Der Traum des Allan Grey, 1932). Pero siempre conviene aprovechar la posibilidad de verla como se debe, con una buena copia en celuloide, la oscuridad de la sala y una cómoda butaca. ■

Cuestionario cinematófilo

Hoy: José C., autor del longevo blog español Cine, que en octubre celebró siete años online.

Cine
1- "Mi nombre es John Ford, y hago westerns". ¿Cómo te presentás?
Tiene gracia esa presentación de John Ford. Muchos olvidan que es el principio de una hermosa declaración en favor de Joseph L. Mankiewicz, a quien perseguía la Comisión de Actividades Antiamericanas. Si alguien tomaba la palabra en aquel juicio tenía que empezar diciendo su nombre y su trabajo. Yo tendría que decir: "Soy José y distraigo a mis alumnos hablando de películas cuando debería darles clase de inglés".

2- ¿Cuál es tu héroe/heroína favorito del cine?
Me gusta Rick porque se consuela cuando pierde a Elsa pensando que es un buen ciudadano. También me gusta C.C. Baxter, que está encantado de llevarse lo que le deja el jefe, aunque sólo puede ofrecer a Miss Kubelik una partida de cartas.

3- ¿Qué película volvés a ver cada vez que la enganchás en el cable?
El apartamento (N. del E.: en Argentina, Piso de soltero), podría verla cien veces. Matrix, también. La bella y la bestia de Disney me emociona cada vez que la repaso.

4- ¿A qué película le cambiarías el final y por qué?
Muchos finales felices, los haría tristes. Y muchos finales que atan cabos los dejaría en cabos sueltos. Me gusta cierto caos.

5- ¿A qué estrellas de Hollywood te gustaría ver en una porno? ¿Quién la dirigiría?
Hay muchas actrices llamativas. Pero sospecho perderían mucho si el espectador las recordara haciendo porno. El atractivo de los actores manda en ocasiones sobre la taquilla. Y no es porque el público sea tonto. La atracción sexual no es tontería. Hay muchas películas que no se entienden porque dependen de ese impulso, y la actriz que contrataron no lo despierta. En Appaloosa nos cuesta entender que los dos vaquero se fijen en Renee Zellweger, pero nos costaría menos si fuera Megan Fox.

6- Si Dios existe, ¿a qué persona o personaje del cine se parece?
Dios sale en muchas pelis. En 2001 es la piedra; en Matrix sería la red neuronal; en El show de Truman, sería el director del estudio de televisión. En Blade Runner sería la fábrica de replicantes. La religión sale del interior de la gente, igual que las películas.

7- Por último, ¿qué es el cine?
Bueno. Los libros de historia y los informativos explican muy bien lo que ocurre en el mundo, pero hace falta ver una película para entender lo que sentimos, lo que siente la gente que vive un acontecimiento. ■

Siete noches

Recomendaciones para ver en el cable esta semana*.

Afiche de 'La amiga'HOY
La amiga (1988)
Coproducción argentino-alemana dirigida por Jeanine Meerapfel, con Liv Ullmann, Cipe Lincovsky y Federico Luppi. Dos viejas amigas se reencuentran luego del exilio que impuso la dictadura militar.
A las 23.35 por Volver.


Afiche de 'Antes del atardecer'MAÑANA
Antes del atardecer (Before Sunset, 2004)
Diálogos inteligentes, humor y buenas situaciones en este segundo episodio, el reencuentro de Celine (Julie Delpy) y Jesse (Ethan Hawke) nueve años después de Antes de amanecer (Before Sunrise, 1995).
A las 20.10 por TNT.


Afiche de 'La conversación'MIERCOLES 17
La conversación (The Conversation, 1974)
Entre medio de las dos primeras partes de El Padrino Francis Ford Coppola filmó esta extraordinaria película. En una obra casi perfecta se puede destacar (por destacar algo, nomás) el manejo del sonido, obra de Walter Murch.
A las 22 por TCM.


Afiche de 'Crónica de un niño solo'JUEVES 18
Crónica de un niño solo (1965)
La primera película de Leonardo Favio, menos de ochenta minutos tan austeros como densos, emocionantes pero sin golpes bajos, que conforman una de las obras clave de la historia del cine argentino.
A las 24 por Volver.


Afiche de 'El embalsamador'VIERNES 19
El embalsamador (L'imbalsamatore, 2002)
Dirigida por Matteo Garrone, cuenta la historia de un enano homosexual, taxidermista, que trabaja para la mafia italiana y a los 50 se enamora de un joven de 20 años.
A las 0.15 (del sábado) por Europa Europa.


Afiche de 'Los hermanos caradura'SABADO 20
Los hermanos caradura (The Blues Brothers, 1980)
Clásico de culto, que mezcla una sucesión de divertidos destrozos con excelentes números musicales de James Brown, John Lee Hooker, Ray Charles y Aretha Franklin, entre otros.
A las 22 por TCM.


Afiche de '¿Quieres ser John Malkovich?'DOMINGO 21
¿Quieres ser John Malkovich? (Being John Malkovich, 1999)
Primera de las dos colaboración entre el guionista Charlie Kaufman y el director Spike Jonze. Película disparatada y divertida, ingeniosa, con unas cuantas buenas ideas y algunos excesos.
A las 23 por Cosmopolitan TV.


* Esta subsección no volverá a ser publicada hasta nuevo aviso. ¿Motivos? Da demasiado laburo armarla y al final, por falta de opciones o ignorancia de este bloguer, se terminan recomendando algunas películas mediocres. Una iniciativa fallida que deberá ser repensada.

Timecode, radical y concesiva

Salma Hayek en 'Timecode'
En una antigua entrada de Cinematófilos este bloguer -es decir, quien suscribe- aseguró muy suelto de cuerpo que El arca rusa (Russkiy kovcheg, Aleksandr Sokurov, 2002) fue la primera película filmada íntegramente en un solo plano secuencia, lo cual es escandalosamente falso.

Afiche de 'Timecode'
TIMECODE (2000)
Fecha de estreno: 28 de abril. País: Estados Unidos. Duración: 97 minutos. Dirección: Mike Figgis. Producción: Dustin Bernard, Mike Figgis, Gary Marcus, Annie Stewart. Guión: Mike Figgis. Fotografía: Patrick Alexander Stewart. Música original: Mike Figgis y Anthony Marinelli. Elenco: Saffron Burrows (Emma), Salma Hayek (Rose), Holly Hunter (Renee Fishbine), Danny Huston (Randy), Kyle MacLachlan (Bunny Drysdale), Mía Maestro (Ana Pauls), Julian Sands (Quentin), Jeanne Tripplehorn (Lauren).

Hubo al menos una experiencia anterior a la de Sokurov. El británico Mike Figgis, director de Adiós a Las Vegas (Leaving Las Vegas, 1995), presentó en 2000 una película que no consta de un único plano secuencia sino de... ¡cuatro! ¿Cómo es eso? La pantalla se divide en cuatro, y en cada una de esas partes se ve una sola toma, sin montaje. Para mayor complejidad, además, las historias se cruzan, por lo que en más de una ocasión se ve la misma situación desde ángulos distintos.

El recurso del split-screen no era nuevo, pero Figgis lo llevó al paroxismo. Filmada en video, Timecode se realizó en una sola tarde, con mucho de improvisación en los diálogos y las actuaciones. Demás está decir que la propuesta funciona como un corset que limita las posibilidades narrativas. Así, la película cuenta la poco interesante historia de un grupo de habitantes de Los Angeles, relacionados en mayor o menor medida con la industria del cine y al borde de un cambio o, directamente, del colapso. Todo funciona como una dura crítica a Hollywood.

"El cine tiene la responsabilidad de reinventarse continuamente", sostuvo Figgis en octubre de 2000, cuando Timecode se presentó en el Festival de Cine de Sitges. "Los espectadores, que son inteligentes, están listos para ello, porque ya están aburridos del antiguo sistema. Necesitan más, quieren ver más", agregó.

El film permite pasear los ojos a gusto por la pantalla de un cuadrante a otro, lo que a priori obliga a discernir. Pero aquí está la concesión: el director introduce variaciones en el audio (sube el volumen de una de las cámaras, baja el de otra) que indican dónde hay que enfocarse. No hacerlo, claro, hubiese significado llevar las cosas demasiado lejos y desafiar las capacidades del espectador. ¿Cómo se podría comprender una película en la que hay hasta cuatro situaciones, con sus diálogos, en pantalla?

Al margen de la concesión, se trata de una propuesta radical, con un elenco infrecuente (Saffron Burrows, Jeanne Tripplehorn, Danny Huston, Leslie Mann, Salma Hayek, Holly Hunter, Kyle MacLachlan, Julian Sands, la argentina Mía Maestro), que intentó explorar las posibilidades del video como una forma de tomar distancia del mainsteam. Pero que, mal que le pese a Figgis -que reincidió un año más tarde con Hotel, vista en el Festival de Cine de Mar del Plata-, no trascendió más allá de la mera curiosidad. ■

Filmame mientras te mato (primera parte)

¡El protagonista es usted!

El primer proyecto que encaró Orson Welles cuando llegó a Hollywood fue filmar El corazón de las tinieblas (Heart of Darkness), de Joseph Conrad. La idea era hacerlo íntegramente en cámara subjetiva, instalada en el personaje de Marlow. Lo iba a interpretar él mismo, aunque sólo sería una mirada, una voz en off y el reflejo en algún cristal. "Es una de las pocas historias que se adapta muy bien a ello, porque descansa mucho peso sobre la narración y porque es un film que necesita muchas palabras", justificó en el imprescindible Ciudadano Welles (Grijalbo, 1994).

"Hice una preparación muy elaborada para ello, como nunca la hiciera con anterioridad y nunca la he vuelto a hacer...", contó. Finalmente el proyecto no llegó a realizarse, aparentemente por la falta de 50 mil dólares de presupuesto. Welles se dedicó entonces a El ciudadano (Citizen Kane, 1941), con resultados por todos conocidos.

Lo que Wells no pudo hacer en 1939 lo logró Robert Montgomery siete años más tarde. Mediocre actor de larga trayectoria, debutó como director con La dama del lago (Lady in the Lake, 1947), una adaptación de la novela de Raymond Chandler. E hizo de la cámara el personaje de Philip Marlowe.

Audrey Totter y Robert Montgomery en 'La dama del lago'Película más citada que vista, intercala extensos parlamentos de Montgomery -que, sentado en un escritorio, le habla a la cámara- con prolongadas subjetivas, en las que sólo se ve al protagonista reflejado en algún espejo. "Usted lo verá como yo lo vi", aclara de entrada el célebre detective. "¡Protagonizada por Robert Montgomery y usted!", se entusiasmaba el trailer, que intentaba convencer de que se trataba de la mayor revolución desde la llegada del sonoro. Pasados los primeros minutos, en los que suele invadir la razonable duda sobre si se está frente a una genialidad o una bazofia, la película se torna extremadamente aburrida.

Que traicione descaradamente la novela de Chandler pasa a ser anecdótico. El problema es soportar 105 minutos de personajes que hablan mirando a cámara y una voz en off que les responde. Sin secuencias en exteriores -una locura, si se tiene en cuenta que uno de los ejes de la historia es el cadáver de una mujer que aparece en el fondo de un lago-, casi todo se cuenta en vez de mostrarse, lo que hace de la película una experiencia soporífera.

En su momento habrá sido una proeza técnica, pero se trata sin dudas de uno de los experimentos fallidos más grandes de la historia del cine. Chandler quedó sumamente disconforme con la experiencia. "Es materia antigua en Hollywood. Todo escritor o director joven ha querido intentarla. 'Hagamos de la cámara un personaje' ha sido dicho, en un momento u otro, en todas y cada una de las mesas de Hollywood a la hora del almuerzo", comentó en su correspondencia.

Utilizada en exceso, la cámara subjetiva (que los estadounidenses denominan point of view shot, P.O.V.) suele acarrear varios problemas. Uno es la reiteración, lo que hace que la novedad se agote a los pocos minutos. Otro, el más relevante, es que genera un efecto opuesto al buscado: el espectador no logra identificarse con el personaje. No es casualidad, entonces, que el recurso sólo haya proliferado en un soporte menor desde el punto de vista artístico: los videojuegos.

Unos meses después de aquella fallida experiencia se estrenó La senda tenebrosa (Dark Passage, Delmer Daves, 1947), que recurre reiteradamente a la cámara subjetiva durante los primeros 37 minutos. Aunque no es una gran película, el uso del recurso tiene más sentido y está en sintonía con lo que se quiere contar: la cámara es la mirada de Humphrey Bogart, a quien recién se le ve la cara luego de una cirugía estética.

Escena de 'Thomas está enamorado'Sobran los dedos de una mano para contar las películas que colocaron a la subjetiva en el eje de la narración. El riguroso Diccionario de cine (Paidós, 1998) de Eduardo Russo apenas menciona el film de Montgomery. Tal vez lo más cercano a La dama del lago sea Thomas está enamorado (Thomas est amoureux, 2000), una coproducción de Francia y Bélgica dirigida por Pierre-Paul Renders que aquí se pudo ver en la competencia internacional del tercer Bafici. Todo está planteado desde el punto de vista del protagonista, aunque en términos estrictos no se trata de una cámara subjetiva: lo que se ve es la pantalla de la computadora del agorafóbico Thomas, en la que sólo aparecen sus interlocutores.

Se trata de una propuesta radical, situada en un futuro no muy lejano en el que una opresiva sociedad del confort y el consumo encierra al ser humano en su casa/celda. Aunque tiene buenas actuaciones y una muy cuidada y creativa puesta en escena, la película se torna reiterativa y un poco previsible (de Lacan para acá se sabe que el deseo mueve al hombre). Y no puede evitar el principal problema de este tipo de iniciativas: es difícil identificarse con los padecimientos y alegrías de un protagonista al que no se ve. De todos modos el film, profético en algún sentido, tiene su interés.

En este grupito de películas también se puede mencionar a El arca rusa (Russkiy kovcheg, Aleksandr Sokurov, 2002), que coloca al espectador como un alter ego de la cámara en su ininterrumpido paseo por el Museo del Hermitage de San Petersburgo. Aunque, claro, persigue objetivos bien diferentes.

Como todo recurso cinematográfico, administrada en dosis precisas la cámara subjetiva puede ser muy útil, como lo demuestra el comienzo del viaje onírico de El camino de los sueños (Mulholland Drive, David Lynch, 2001). O generar efectos contundentes al incluir al espectador en la acción, como en Noche de brujas (Halloween, John Carpenter, 1978), entre otros notables ejemplos. Pero el cine, ya se vio, también está plagado de desafortunados excesos. Ese será uno de los ejes de una próxima entrega de esta serie. ■

Entradas relacionadas
> Filmame mientras de mato (segunda parte)
> Filmame mientras de mato (tercera y última parte)

Siete noches

Recomendaciones para ver en el cable esta semana.

Afiche de 'La ley de la calle'HOY
La ley de la calle (Rumble Fish, 1983)
La fascinación del inadaptado Rusty James (Matt Dillon) por su hermano mayor (Mickey Rourke), en una de las películas más personales y, en algún sentido, experimentales de Francis Ford Coppola.
A las 23.45 por The Film Zone.


Afiche de 'Cabo de miedo'MAÑANA
Cabo de Miedo (Cape Fear, 1991)
Con todas sus limitaciones, esta versión de Martin Scorsese es claramente superior a la original de 1962, la de Gregory Peck y Robert Mitchum. Tal vez lo mejor sea la caracterización de un musculoso Robert de Niro.
A las 22 por Retro.


Afiche de 'Todo sobre mi madre'MIERCOLES 10
Todo sobre mi madre (1999)
Aunque no es de lo mejor de su filmografía, se trata de la película que le dio el Oscar a Pedro Almodóvar luego de más de veinte años de trayectoria. Con Cecilia Roth y Penélope Cruz.
A las 22 por I-Sat.


Afiche de 'Memento'JUEVES 11
Memento, recuerdos de un crimen (Memento, 2000)
Inteligente obra de Christopher Nolan, con la que hizo mucho ruido antes de meterse en la gran industria con su saga de Batman. Casi casi un thriller experimental.
A las 22 por MGM.


Afiche de 'Jinetes del espacio'VIERNES 12
Jinetes del espacio (Space Cowboys, 2000)
A los 70, Clint Eastwood salió a pedir que no olvidemos a los viejitos. Lo hace con una mezcla de aventura y comedia, una película pequeña pero divertida con moraleja: los viejos tienen una sabiduría que lo nuevo necesita.
A las 22 por A&E.


Afiche de 'El bueno, el malo y el feo'SABADO 13
El bueno, el malo y el feo (Il buono, il brutto, il cattivo, 1966)
Clásico spaghetti western de Sergio Leone y Clint Eastwood, con una célebre escena final, la del triple duelo, que estira hasta el paroxismo el cruce de miradas entre los protagonistas.
A las 22 por TCM.


Afiche de 'Sed de mal'DOMINGO 14
Sed de mal (Touch of Evil, 1958)
Enorme policial negro con varias (empezando por el monumental plano secuencia inicial) de las escenas más célebres de la historia del género y el cine todo. Para algunos, lo mejor de Orson Welles.
A las 22 por TCM.

Fue dicho

Nunca veré nada que obligue a estar sentado en la butaca de un cine más de dos horas.
Orson Welles en Ciudadano Welles, cuando Peter Bogdanovich le pregunta si vio 2001, una odisea del espacio (2001: A Space Odyssey, 1968). Aunque la afirmación del gran Orson está respaldada en centenares de bodrios long size, la película de Stanley Kubrick justifica cada centímetro de celuloide. ■

Tres siglos en imágenes

Esto no es nuevo y ya fue publicado en decenas de sitios, pero el asunto es interesante y vale la pena mencionarlo. A través del blog del amigo Escriba me entero que Google puso en internet, a disposición de todo el mundo, el archivo fotográfico de la revista Life: miles de imágenes desde siglo XIX hasta la actualidad, gran parte de ellas inéditas. Se lo puede recorrer en Google Image Search. A continuación, cuatro ejemplos, escogidos casi al azar (si usás el Safari, perdón, no vas a ver correctamente este post):

Alfred Hitchcock y su familia en 1939
Humphrey Bogart en 1939Arriba. Alfred Hitchcock, su esposa Alma y su hija Patricia salen a pasear en la mañana con sus perros Edward IX y Mr. Jenkins cerca de su casa de Wilshire Palms, Los Angeles, en 1939. Foto: Peter Stackpole.

Izquierda. Humphrey Bogart fuma durante un descanso en la filmación de La reina africana (The African Queen, John Huston, 1951), realizada en el Congo Belga en 1950. Foto: Eliot Elisofon.


















Arthur Miller y Marilyn Monroe en 1958
Suzanne Ridgeway y Orson Welles en 1940Arriba. Marilyn Monroe y Arthur Miller charlan en su departamento con el productor Kermit Bloomgarden. Nueva York, el 22 de mayo de 1958. Foto: Robert W. Kelley.

Izquierda. La actriz Suzanne Ridgeway y Orson Welles bailan en 1940, durante un ensayo de El ciudadano (Citizen Kane, Orson Welles, 1941). Foto: Peter Stackpole.
















No queda muy claro qué tipo de licencia tienen estas imágenes, por lo que se puede suponer que están bajo copyright. De todos modos parece poco probable que alguien se enoje si las imprimimos para colgar en casa. ■

Siete noches

Recomendaciones para ver en el cable esta semana.

Afiche de 'El expreso de Shangai'HOY
El expreso de Shangai (Shanghai Express, 1932)
De Josef von Sternberg, con Marlene Dietrich, que interpreta a una prostituta de lujo que aborda un tren de la línea Pekín-Shangai en medio de una sangrienta guerra civil.
A las 22 por TCM.


Afiche de 'Tarde de perros'MAÑANA
Tarde de perros (Dog Day Afternoon, 1975)
Película de robo con toma de rehenes por excelencia, que influyó en todo el subgénero y también en la realidad. Lo mejor de Sidney Lumet, con una notable actuación de Al Pacino.
A las 22 por Retro.


Afiche de 'Elefante'MIERCOLES 3
Elefante (Elephant, 2003).
Gus Van Sant se mete con la masacre de Columbine, ocurrida en una escuela de Colorado en 1999, y logra una lúcida reflexión sobre la violencia y la soledad adolescente.
A las 22 por I-Sat.


Afiche de 'Colateral'JUEVES 4
Colateral: lugar y tiempo equivocado (Collateral, 2004)
Otro gran policial de Michael Mann, adulto, con un malo (Tom Cruise) que jamás intenta redimirse y una fabulosa escena de tiros en un boliche al ritmo de Paul Oakenfold.
A las 22 por Universal Channel.


Afiche de 'Flores rotas'VIERNES 5
Flores Rotas (Broken Flowers, 2005)
Ultima película hasta la fecha de Jim Jarmusch. Don Johnston (Bill Murray), un soltero empedernido, sale en búsqueda de un posible hijo, lo que lo obliga a remover su pasado.
A las 23 por Cosmopolitan TV.


Afiche de 'Viviendo con mi ex'SABADO 6
Viviendo con mi ex (The Break-Up, 2006)
Peyton Reed dirige esta divertida comedia romántica, que sabe gambetear los lugares comunes, sobre la separación de una pareja despareja interpretada por Vince Vaughn y Jennifer Aniston.
A las 23.55 por Cinecanal.


Afiche de 'La última tentación de Cristo'DOMINGO 7
La última tentación de Cristo (The Last Temptation of Christ, 1988).
Luego de lejanas e insólitas polémicas la película ya se emite sin escandalizar a nadie. Un católico como Martin Scorsese ofrece algunas de las imágenes más humanas sobre Jesús que haya dado el cine.
A las 23.50 por The Film Zone.