Fue dicho

No fue hecho para los seres humanos. Apenas para serpientes... y funerales.
Al vienés Fritz Lang no le gustaba demasiado el Cinemascope, sistema de pantalla ancha que comenzó a proliferar (junto al Panavisión, el Todd-AO y el excesivo y efímero Cinerama, entre varios otros) a mediados de los cincuenta para competir con la cada vez más popular televisión. La célebre frase fue pronunciada en El desprecio (Le mépris, 1963), de Jean-Luc Godard. ■

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